Empecé a aprender este arte en el año 2011, y descubrí que es todo un reto tanto mental como manual.
Primer ejercicio: círculos, líneas rectas, y trazos libres con diferentes grosores.
Aquí se pueden ver los inevitables destrozos que un principante suele hacer cuando ejerce demasiada presión y rompe el metal:
Y este es un detalle del ejercicio de líneas rectas y la práctica de colapsado de las mismas.
Después de un par de semanas de ejercicios similares para entender el metal, y para conocerse uno mismo en fuerza, disposición y paciencia, se llega al siguiente punto: la práctica real. En mi caso, fue una extraña y sencilla composición de círculos y motivos florales, que eventualmente se convirtió en la tapa de una caja de chocolates que mostraré en un futuro artículo.
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